Cuando se llega a una edad avanzada, son muchas las causas que nos pueden llevar a estar ligados a otras personas por estados de falta o pérdida de autonomía física, psíquica o intelectual.
¿Cómo darnos cuenta de si hemos llegado a una situación de dependencia?
Si de un tiempo a esta parte la persona ha cambiado sus costumbres respecto a ciertos hábitos, convendría asistir a un médico de atención primaria, que será quien remitirá al paciente al Geriatra.
Funciones corporales:
- Somos incapaces de servirnos y comer solos.
- Hemos dejado de salir a la calle por sentirnos incapaces.
- Tenemos dificultades para desplazarnos por nuestra propia casa.
- Hemos dejado de tener un aseo frecuente y eficaz, lavándonos ciertas partes del cuerpo con dificultad consciente o inconscientemente.
- No somos capaces de vestimos correctamente solos, o bien necesitamos ayuda para determinadas labores en concreto como anudarnos los cordones de los zapatos, abotonarnos una camisa...
- Tenemos que obligarnos a ir al retrete porque tenemos problemas de defecación.
- Se producen pérdidas de orina o de heces.
Funciones Socio-cognitivas:
- Llegamos a confundir a personas.
- Nuestra capacidad comunicativa nos dificulta pronunciar o construir frases correctamente.
- Confundimos las horas, los días o las estaciones del año.
- Hemos perdido gran parte de nuestro sentido de la orientación.
Debemos tener en cuenta que muchas de estas alteraciones son corregibles y en todos los casos hay que evitar que la dependencia vaya a más.
Estudios de prevención en el adulto mayor. Fuente: www.salud180.com |
Es por ello que existen multitud de servicios a disposición de las personas dependientes; desde ayudas técnicas que adapten su hogar a sus necesidades a servicios de ayuda a domicilio, atención en residencias, centros de día, etc.
Fuente:http://www.tercera-edad.org/salud/dependencia.asp
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